domingo, 21 de agosto de 2011

TERATÓPOLIS (Relato)

En algun lugar, del siglo XXII






Teratópolis es una bella ciudad. Llena de rascacielos espectaculares, sus calles adornadas con esculturas y monumentos, sus avenidas populosas, llenas de cines, teatros, museos, bibliotecas... un lugar maravilloso en el que vivir.
Tiene ademas una peculiaridad que no se halla en ningún otro lugar del mundo.

Su población está compuesta, única y exclusivamente, por psicópatas clinicamente diagnosticados.

Teratópolis forma parte de un ambicioso experimento psiquiatrico. Una ciudad-estado, habitada y gestionada solo por psicópatas de todas las razas, edades y condiciones. Por supuesto, la ciudad se halla aislada del resto del mundo, y vigilada a distáncia mediante cámaras. No obstante, estas son solo para la observación científica. El mundo exterior tiene prohibido intervenir en los asuntos internos de la ciudad, a no ser que estos afecten el exterior.
Según el último informe, estos son los resultados tras los primeros cinco años:

En Teratópolis, lo que importa son las apariencias. El ayuntamiento es corrupto, igual que la policia local, pero eso no significa que no ejercan, a veces, su trabajo, aunque sea solo para guardar las formas. Si matas a alguien, se espera que tengas el civismo suficiente para ocultar el cadaver. De lo contrario, te detendran, te condenarán a muerte (todo delito se condena a muerte en teratópolis) y tu ejecución se retransmitirá en TV local, en el programa familiar de la tarde del Domingo, despues de la película pornográfica de sobremesa.
Que teratópolis sea una urbe psicopática no quiere decir que no haya normas. Por ejemplo, en el colegio, los niños extán obligados a poner el seguro a sus pistolas, y están prohibidos los tiroteos en horario de clase, castigándose a los infractores con la amputación de algún dedo u oreja. De todas formas, muchos maestros ya acuden con ametralladoras o lanzallamas, por precaución. Tambien el profesorado tiene sus límites: no pueden tocar a los alummnos fuera de la clase de Educación Sexual (y si lo hacen, se espera que al menos lo oculten.)
La libertad religiosa es absoluta en teratópolis, aunque a los que practican el Cristianismo se les suele torturar ritualmente en los templos satánicos y neo-paganos (los sacrificios humanos estan legalizados, siempre que se realicen en recintos apropiados y despues se limpie la sangre.)
En verano se celebran las fiestas de la ciudad, un macrofestival con conciertos, peleas de perros, violaciones en vivo, autopsias, concursos de Ruleta Rusa, lanzamiento de bebés, orgias y bacanales, y que suele concluir con la tradicional intervención de los tanques del ejercito. Por último, solo queda limpiar los cadaveres, a los que se enterrará en fosa común (la identificación es demasiado costosa, suelen quedar muy desfigurados por las torturas, ademas, ¿para que un cementério si luego los necrófilos siempre lo están profanando?) y contabilizar las bajas.

2 comentarios:

un viejo amigo cinéfilo dijo...

Hombre, yo no veo muy claro lo de enterrarlos en las fosas comunes, digo yo que en la ciudad habrá algún discípulo predilecto de Hannibal Lecter, o algún empresario dispuesto a fabricar Soylent green para los restaurantes (supongo que conoces la película de Richard Fleischer), je, je. Este relato está mejor que el anterior.

sacerdote dijo...

A la mayoria los meten en la fosa, pero siempre hay algún funcionario que se queda un par de "chucherias"...